En su ruta jamás se dio por vencido
Y por más que muchos lo hayan creído
No necesitó ningún corcho
Para siempre ser un gran motoquero
Viciosos critican y se aprovechan
De sus interminables anécdotas
Mientras otros se desvelan
Por al menos volver a escuchar su voz
Desvanecido en la gloria, el mundo nunca lo pudo contener
Por más que nadie lo intentó detener,
No existió oportunidad para realmente entender
Lo que su alma tenía para conceder
Entre asfalto y forasteros,
Se ganó el respeto de muchos extranjeros
Y sin bajar el sombrero, siempre dejará su destello
Sin importar quien se aproveche de su empeño
Siete volúmenes en los setenta marcaron su historia
Y si bien el mismo disfrutó en vida su victoria
Nadie puede jamás negar que su legado
Que siempre será tal cual él lo había creado.
Si, sigo subiendo pavadas.
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