jueves, 7 de agosto de 2008

Las Tobilleras Magnéticas

Desde hace ya casi una semana que nos vemos asediados por los medios de un tema muy particular: Las Tobilleras Magnéticas. Criticada por unos y defendida por otros, no deja de ser un objeto sorprendentemente polémico. Un desinformado sospecharía, al saber que se trata de un método de arresto domiciliario, que si el malhechor se hace el banana y quiere salir de la casa se activa una especie de alarma o algún chirimbolo parecido (como si nos lleváramos algo sin pagar del supermercado). Pero la verdad, que el funcionamiento de dicho artefacto casi épico es mucho más simple: El “suertudo” que ligué este sistema de monitoreo, recibe una muy mona tobillera (que todo el mundo llama pulsera…) que contiene una alarma que se activa cuando deja de estar en contacto con la piel o sale del rango de monitoreo. Hasta este punto, parece un sistema decente y hasta confiable… El tema es lo que sigue: Cuando la alarma se activa, sólo se enteran aquellos que vigilan a la simpática persona y en lugar de ir inmediatamente a ver que sucede, lo llaman por teléfono. Jajajajaja jejejejeje jijijijijji Realmente me cague mucho de risa al enterarme de esa parte del sistema. Pero, como si esto fuera poco, el VIGILADO es quien debe pagar el servicio de telefonía. O sea, yo agarro y no pago un corno el teléfono, me voy a la playa, me tomo un mate con mis amigos chorros, hago un poco de pedofilia y mato a una familia y finalmente vuelvo a casa, donde le había dejado puesta la pulsera a mi canario para que los pitufos ni se avivaran que me fui. Soy re vivo.

Hablando un momento en serio, este sistema de monitoreo parece haberle costado la vida a una familia entera. Tal vez no es cierto y Ángel Fernández es inocente, pero en caso de que no… Estamos ante un sistema muy defectuoso de seguimiento. Podrán salir ambos ministros de seguridad a defender dicho método, pero la verdad que parece muy poco fiable estas tobilleras. No me importa que salga Aníbal Fernández o Guido Suller a hacerle al aguante a estos bellos artefactos. Después nos ponen un eslogan que dice: “Un País en Serio”. Dejémonos de boludeces, lo que nos sobra son pobres, vivos y corruptos en Argentina. Uno de esos vivos parece haber tomado sin piedad la vida de cuatro personas en Campana.

Menos mal que se dejaron de hinchar un poco los huevos los del campo y el Gobierno, porque me tenían la cabeza con los segundos contados para explotar.

Pero de nuestros amigos campesinos… Voy a hablar en otro momento.

Por ahora me despido gente linda.

See you later ;)