viernes, 5 de septiembre de 2008

Sociedad Descartable

Parece a propósito. Hace varios artículos atrás, comentaba mi bello descontento hacia las brillantes propagandas de Danette, producto de la empresa La Serenísima. Se ve que les cayó bien mi opinión porque lanzaron dos nuevas publicidades: En una hay un nene abriendo un regalo con quichicientos envoltorios y en la otra un oftalmólogo que se la da de vivo mientras caga al cliente y se toma un par de potes de chocolate que te sale como dos pesos cada uno. En ambas aparece, luego de demostrar la audacia de esas personas, el gordo mamerto hincha pelotas ese haciendo alguna reverenda boludez y diciendo la frase de mierda “si el día no te da un recreo, buscátelo vos”.
Putear no sirve de nada, así que me gustaría que indaguemos más en detalle acerca de todo este asunto. Ayer prendieron fuego la línea sarmiento y hoy un chico de 16 años asesinó a un compañero de 15. ¿Qué clase de recreo podemos tener en una sociedad así? Ya las cosas no pasan por cambiar nada, respondiendo a un ánimo revolucionario o esperanzado como de los años ‘60 y ’70, sino que hay una intención por escapar o casi ignorar las cosas que suceden a nuestro alrededor. Hace unos años, en el subte se viajaba bien, ahora se viaja apenas mejor que en los trenes. Aquellos que viajen en la línea D saben a qué me refiero.
El gobierno va a poder acusar a quien quiera y TBA podrá hacerse cargo o no de su responsabilidad por el mediocre servicio que brinda, pero hay una realidad y es que viajamos todos COMO EL ORTO. No se puede llegar de buen humor al trabajo cuando viajamos con 5 manos en el orto, ni se puede volver contento luego de que los jefes de mierda traten a los empleados de manera explotadora – sin contar que el viaje de vuelta es igual o peor que el de ida -.
A mi me podrá poner loco o no la propaganda de Danette y vos podrás estar de acuerdo o no conmigo, pero lo que no podemos negar es que todos viajamos mal, todos trabajamos mal, todos estamos cansados y todos terminamos casi siempre de mal humor. Lo único bueno que nos pasa durante la semana es la vuelta a casa un viernes.
Pareciera que la violencia es la única manera en que la gente tiene para expresar su frustración. Esto es clave, porque tanto el tema del tren como el del chico son resultado de una extrema frustración diaria: Viajar siempre con muchos problemas y apretados – o en los techos – y soportar todos los días a un compañero que roba y molesta. A mi Aníbal Fernández me puede decir una y mil veces que fue el Polo Obrero o el Quebracho, pero sea quien sea seguimos viajando mal y lo seguiremos haciendo mientras los corruptos sigan cobrando de la caja negra de transporte. Vean e indígnense con el documental que se estrenó de Pino: “La Próxima Estación”.