miércoles, 27 de agosto de 2008

La Inseguridad y el Narcotráfico

(Un trabajo para practicar en la facultad)


Los últimos días se han caracterizado por girar entorno al crimen de tres empresarios que al parecer estarían involucrados en una red de narcotráfico de medicamentos y químicos para procesar drogas.

Desde el 13 de Agosto que la policía trabaja sin cesar en busca de una pista que los guíe a lugares más allá del callejón sin salida. Los empresarios poseían laboratorios de medicamentos, en los cuales existe la posibilidad de ser vendedores de químicos a narcos. Que existan laboratorios clandestinos o que colaboren con el narcotráfico, no es novedad. También se relaciona el triple crimen con la muerte de los 2 narcos colombianos en el Unicenter. Pero esta vez parece que un nervio quedó expuesto definitivamente con la muerte de Ariel Vilán.

Rumores no tardaron en deambular por las bocas de todos al saber que el joven que se arrojó desde el noveno piso del edificio tenía algún tipo de conexión con Sebastián Ferrón, uno de los empresarios asesinados. Quien tampoco tardó en aparecer fue la viuda del último, desmintiendo cualquier tipo de relación Ferrón-Vilán.

En el allanamiento a la droguería de Vilán se hallaron 165 cheques con la firma de Uniforma, la droguería de Sebastián Ferrón. Creemos que claramente existen lazos clandestinos entre los jóvenes y narcotraficantes. A una de las víctimas de Gral. Rodríguez le faltaba la oreja, lo cual consideramos un claro símbolo mafioso.

Sicarios también podrían tener lugar en esta historia, ya que se analiza la posibilidad de que hayan sido contratados para asesinar a los jóvenes. De lo que estamos seguros es de que la corrupción está más a la vista que nunca, en un gobierno en donde la droga circula cómodamente por cualquier parte. Cada vez aparecen más muertos en un caso que no deja de complicarse e involucrar a más y más gente.

No olvidemos que no hace mucho tiempo también fue asesinada una familia entera en Campana y apareció otro cuerpo allí también poco después, con olor a Nicolás Schiavo en ambos casos, ya que los culpables habrían sido beneficiados por el juez. Creemos que es hora que se accione directamente sobre una policía corrupta y una justicia que no opera correctamente, mientras pierde su credibilidad día a día.

Hemos tenido la posibilidad de acceder a entrevistas con la viuda de Forza, quien admitió que su marido y los socios debían estar en algo que a alguien no le gustó. Sin embargo lo defendió, afirmando que era un muchacho sensible y que no entendía como pudo terminar así. Con las pruebas que se han descubierto, dudamos que haya sido un hombre tan limpio y sincero como su mujer lo recuerda.

Por el momento, la policía sigue evaluando todas las posibilidades, sin descartar hipótesis. Creemos que, como la historia argentina nos demuestra – lease Dalmasso, Belsunce -, la justicia a los muertos tiene a no llegar a tiempo. Esperamos que llegue pronto esta vez.