lunes, 11 de agosto de 2008

Renegando por un Sueño

Era un día normal. Mucha gente en las calles, taxistas puteando, autos pasando en rojo, choques en Panamericana... Todo parecía seguir el esquema habitual. Me fui para el trabajo y fue una tarde sin sorpresas, afortunadamente. Viendo por décima vez que canal 26 ponía la misma noticia de “Bailando por un Sueño”, con mi compañero comenzamos a discutir acerca de cómo tal programa, que degrada por completo la figura de la mujer, puede tener tanto éxito. No tardamos en darnos cuenta de que coincidíamos en casi todas nuestras afirmaciones, por lo que terminó siendo una charla casi de viejos rezongones. Comenzamos con dos puntos de vista: Yo decía que la falta de educación en la sociedad volvía ignorante a la gente y por eso apoyaba ese tipo de imágenes ya que incorpora lo primero que ve; mientras que amigo afirmaba que era la pobreza y el hambre. Rápidamente, unimos nuestras teorías y terminamos coincidiendo que el hambre impide en muchos niños aprender y el bajo sueldo de los profesores, como los de la UBA, desalentaba el sistema educativo notoriamente. ¿Cómo puede ser que un profesor de la UBA, que le enseña a cientos de alumnos, trabaje desde ad honorem hasta 200 pesos? Es hasta desmoralizante. Casos como los de la UBA no escasean en nuestro país, ya que en el interior es moneda corriente ver ese tipo de situaciones.

Luego comenzamos a discutir sobre otras cosas, como si la definición de tribus urbanas era correcta o no y de las contra culturas. Yo sostuve que la juventud de hoy en día, en su mayoría, no tiene la actitud rebelde o revolucionaria que tenía años atrás. Mi compañero disintió en esta oportunidad, afirmando que años atrás no era tan diferente ahora. Yo seguí afirmando de que la juventud ya no era revolucionaria: Ninguna de las denominadas “tribus urbanas” tiene la menor intención de rebelarse al sistema ya que están completamente unidas a el. Coincidimos que para que una tribu urbana fuera tal, debía responder a una determinada tendencia a vestirse, gusto musical y actitudes. Mientras eso sea así, habrá alguien en el mercado que responderá a dicha demanda. ¿Qué quiere decir esto? Que una tribu urbana, por el sólo hecho de serlo, no puede rebelarse al sistema porque para eso debería dejar todas las cosas que la conforman.

Lo primero que nos podríamos preguntar sería: ¿Entonces que son los hippies, quienes tenían todo un estilo determinado? Se trata de una “contra cultura”. La contra cultura nace para combatir una cultura. El hippismo nació durante la Guerra Fría de Estados Unidos con Rusia, y promovía la paz. Se convirtió en contra cultura porque realmente tuvo su propio territorio, ideologías, etc.; que diferían con lo normal.

Algunos podrían sostener que los punks fueron una contra cultura, pero no es el caso. No tuvieron territorio delimitado ni nada por el estilo, y sostenían una forma de gobierno completamente imposible: La Anarquía. Si bien soy partidario de que el “poder” transforma a las personas, la anarquía no es tampoco la solución. La democracia no es el sistema de gobierno perfecto, pero es el mejor que tenemos.

Finalmente, coincidimos con mi amigo de que, básicamente, estamos todos viviendo días muy difíciles y de que la gente cuando llega a la casa sólo quiere olvidarse de todo. Qué mejor manera de olvidarnos de nuestros agobiantes problemas, que ver esa clase de espectáculos, por más moralmente degradantes que sean...

En fin... Espero que este tipo de cosas que tiene la TV de hoy cambie, ya que es completamente irritante ver que las mujeres ya no son interesantes y sensuales como antes y muestran todo con tal de alcanzar la fama.


¡¡DEJA DE AFANAR TINELLI!!