lunes, 9 de febrero de 2009

¿Otra vez sopa?

La otra vez realicé un posteo que los que lo leyeron dijeron que era confuso o poco claro tal vez. Por lo tanto, esta vez hablaré del otro lado de lo que decía la otra vez: El regreso de la ultra derecha.

Si bien los términos derecha o izquierda hoy en día son simples apodos, ya que las antiguas luchas por un mundo mejor han desaparecido, es preciso destacar que sí hubo una tendencia que siempre fue clara y que todos conocemos, fueron el nazismo y el fascismo. Cualquiera que se ponga a hablar de política tarda en encontrar un punto en común de militancia, por decirlo de algún modo. Esto ocurre especialmente en la “izquierda”, que es mucho más amplia. Marxistas ortodoxos, leninistas, trotskystas, maoístas, castristas, etc. La variedad poco importa para los sectores conservadores: Todo va bien mientras las clases populares no molesten.

Hace unas líneas hablaba del derecho de la ultra derecha y con esto quiero dejar claro una cosa: Si regresa, es porque nunca se fue. Se trata de un pulpo burocrático como el que contaminó el movimiento revolucionario ruso de ese Octubre de 1917 que tamaña victoria había obtenido, con Stalin a la cabeza. Se puede decir, a grandes rasgos, que la cuna de estas horribles tendencias racial-políticas son Alemania e Italia, respectivamente, con Adolf Hitler y Benito Mussolini.

Yendo directamente al grano, me refiero a que estas corrientes han vuelto por los hechos: En Italia, esta ideología está renaciendo con muchísima fuerza. Hace unos meses y de nuevo recientemente, múltiples manifestaciones se gestaron en el país en queja por los inmigrantes y reclamando que estos se vayan. Sí: gente desagradecida, podemos decir, porque cuando Italia sufría los estragos de la guerra fueron de los primeros en emigrar a Argentina. ¡Momento!, con esto no estoy hablando de todos los italianos. Simplemente, es claro que los nuevos fascistas se manejan desde la enorme ignorancia e ingratitud, como siempre lo ha sido la derecha en general. También, en los recientes días, se han incrementado estas actitudes por toda Europa debido a la crisis: por supuesto, hay que culpar a alguien por la ineptitud y la propia condena que conlleva el capitalismo.

Hace dos días, en Inglaterra, un grupo fascista de trabajadores ingleses de Lindsey reclamaron por privilegios ante otros trabajadores honestos de Portugal (y cualquier otro país, claro está) que viven en Boston, “una ciudad deprimida y nacionalista”. Bueno, esta vez no fue a unos negritos latinos, ¿No?

En cuanto a movimientos nazis, solo puedo decir que siempre fueron los mismos recontra pelotudos de siempre diciendo “los blancos son mejores”, con alguna que otra variación. Búsquense un propósito propio en la vida, que el mundo les queda grande.

La crisis mundial económica del capitalismo que venimos sufriendo desde la última cuarta parte del 2008 ha sido el disparador para muchos sectores reaccionarios durmientes. Siempre es más sencillo señalar a otro antes que reconocer los errores propios de gestión de los políticos de cada país. Un político que cobra 10000 dólares (cuando debería cobrar mucho menos, o no cobrar), es uno que le quita trabajo a tres obreros, por decirlo de alguna forma. Creo que antes que ver “amenazas” ridículas en otras personas que nada tienen que ver con la economía o política local, hay que ver los propios defectos. En Argentina nos quejamos de las pasteras de Uruguay y hoy en Salta se vino abajo un puente ferroviario que no era cuidado desde 1890. Culpar a otros es conveniente y oportunista.